Cada día que pasa me quedo más perplejo por los avances de las nuevas tecnologías. Y más perplejo por hasta dónde llegan. Que haya unas 300 entradas al mes en este Blog en el que simplemente desgrano de la manera más sencilla mis opiniones y pensamientos sobre mis aficiones, me produce una comezón de intranquilidad.
Qué tipo de persona entra, porqué entra, le gusta lo que escribo, son sólo los aficionados a la organología, son personas conocidas o de Japón o de la Argentina? Preguntas sin respuesta que me llevan a tratar, no sé si lo consigo, de escribir mejor y de temas más interesantes, pero no para los demás sino para mí mismo. Pero sin dejar de pensar en el que me lee.
Llevo ya varios días con un cierto desasosiego. Hay dos razones para ello. Pero una de ellas es de menor importancia y por lo tanto no se la voy a dar.
La otra es referente al Libro que ya desde hace varios meses tengo finalizado. Es un tema que llevaba muy en secreto pero que ha desvelado la persona que menos me esperaba. El Obispo.
Hace algunos meses, le envié por medio del Vicario, un CD con el Libro y una carta en la que le pedía su colaboración en forma de "Prologo", cosa que tuvo a bien concederme y ya está incluido. Pero, hace unos días, concretamente el día 6 fué San Nicolás y el Sr. Obispo ofició la Misa en la Parroquia de esa advocación.
Al parecer, una vez finalizada ésta, comentó a varias personas la lectura y prólogo que había hecho de mi Libro. No tenía derecho a revelarlo hasta su publicación y cuando uno de los oyentes lo ha comentado en público me ha sentado como si me hubiesen violado en mi intimidad.. Es cierto que el Obispo no tiene porqué saber de mis relaciones, buenas o malas, con los próceres de la Parroquia pero creo que debería de haber tenido más prudencia. Sin quererlo, se ha convertido en altavoz de una noticia que me hubiese gustado mantener, por ahora, en secreto.
Este Libro, en un proceso normal, debería estar ya publicado, pero el Ayuntamiento, mejor dicho, el Concejal de Cultura del Ayuntamiento, después de asegurarme su publicación antes de final de año, se ha desdicho y ahora no quiere saber nada de él. No quiero pensar en que haya una "mano negra" detrás. O quizá es, simplemente, que le caigo mal al Concejal de marras?
Pero mi desasosiego no es por todo esto, sino por un colateral. Me explico. Este Libro se lo he dado a leer, además de al Obispo, a un periodista y abogado, escritor de varios Libros que me lo ha "epilogado". Y también se lo he enviado a un gran amigo mío, arquitecto y organista, persona jóven pero de una vastísima cultura. Quién mejor que él desde esa doble vertiente para opinar o criticar lo escrito por mí, que detalla la erección del templo de San Nicolás en Parroquia no sólo desde el punto de vista histórico sino también arquitectónico, y explica las vicisitudes del órgano que la Iglesia alberga.
Pues bien, así como los dos primeros no han escatimado elogios por la forma y el fondo del LIbro, haciéndome unas pequeñas indicaciones o correcciones, éste me ha hecho una crítica acerba sobre la metodología utilizada, por no saber aprovechar ciertas informaciones que se pueden considerar novedosas, por no saber llevar las líneas de investigación, y por no anotar en los márgenes las referencias de los Archivos o Bibliografía de donde he sacado la información.
Ante todo, tengo que decir que esta persona me merece plena confianza ya que inclusive ha escrito varios libros en los que se puede intuir una investigación exhaustiva perfectamente documentada y argumentada.
He pensado varios días en ello y he llegado a la conclusión de que, efectivamente, puede estar en lo cierto pero que estamos hablando de distintos parámetros.
Para él el método es fundamental para dar forma al libro y eso a mí, no voy a decir que me trae sin cuidado, sino que considero que no es lo más importante. Por otro lado, él quiere llegar a personas entendidas ya en la materia, escribiendo sobre algo novedoso pero para especialistas.
En cambio yo he pretendido escribir para todo un pueblo, para la gente normal y corriente, que lea el libro de un tirón porque le ha enganchado mi propuesta, que se sienta identificado con los personajes que en él salen y que, una vez concluido, pueda asegurar que sabe un poco más de la Historia de su pueblo. Nada más. En lenguaje sencillo, sin metáforas ni paráfrasis, y con el único sistema de recuperar datos a través de documentos recogidos de los Archivos dándoles forma, hilvanando unos acontecimientos con otros para que se comprenda mejor la Historia.
Ese ha sido mi método, no tener un método prefijado, sino ser el servidor de enganche entre los legajos escondidos en las carpetas de los Archivos, de noticias de periódicos de tiempos pasados,de informaciones diversas, y el lector interesado en conocer algo más de un edificio y un instrumento presentes en la vida cotidiana de un pueblo. Por lo tanto, sólo pretende ser un libro divulgativo que se lea fácil y que sea comprensible para cualquier tipo de lector.
Ha habido una cuarta persona a la que le he dado a leer el Libro por estar directamente relacionado con él, y es uno de los Historiadores a los que hago referencia en el mismo. Pues bien, su crítica ha sido demoledora, me ha dejado noqueado y en éxtasis a la vez. Aquí dejo constancia del mail que me ha enviado después de la lectura del Libro:
"Estimado Landaren;
Acabo de terminar la lectura de los capítulos que me envió de su libro sobre la parroquia de San Nicolás de Algorta. Antes que nada, quiero felicitarle por la precisión y calidad de la redacción, que hace muy amena su lectura.
Aunque yo he publicado varios estudios sobre Getxo, en realidad mi trabajo de investigación directo sobre el municipio lo completé en su mayor parte hace ya mucho tiempo, entre 1987 y 1995, y desde entonces lo he tratado en una perspectiva diferente, casi siempre como una parte del área urbana entorno a la ría de Bilbao. Por eso, al leer su trabajo he podido recordar muchas cuestiones que había olvidado, presentadas además con mucho rigor. Pero también trata de otras cuestiones de interés que yo desconocía o había tratado de forma muy superficial.
Me ha llamado especialmente la atención el tratamiento de la información proveniente de las fuentes eclesíasticas (parroquiales sobre todo) que no suelen ser habituales, y de las que extrae datos muy valiosos. También destacaría detalles de gran interés como los referidos a las biografías de algunos párrocos de San Nicolás, o los mismos de las campanas y su componente identitario. Mis felicitaciones.
Pero en general, todo el trabajo se plantea en términos muy maduros y razonados, que muy raramente se encuentran en los historiadores digamos "no-profesionales". En la misma linea coloco la inclusión de referencias documentales a pie de página (cuyo contenido en mi versión se han perdido pero aparecen presentes). Imagino que al final del trabajo incluirá también una bibliografia y repertorio de fuentes.
Este sería el único problema significativo que ahora mismo le veo, ya que las pequeñisimas imprecisiones que he encontrado no merecen la pena ni comentar, por su irrelevancia.
En fin, le reitero mis felicitaciones por el trabajo, deseo que la publicación alcance la difusión que se merece, y espero que en el futuro podamos conocernos personalmente.
Un cordial saludo."
J.M.B.G.
Ya le he contestado dándole las gracias por sus palabras que me han dado fuerzas para seguir adelante en este afán de publicarlo. Estoy seguro que algún día nuestros caminos se cruzarán y podré estrechar su mano.
En definitiva, ya dijo el filósofo que para publicar un libro es necesario que "duerma" antes, durante ocho años. Es obvio que desde que lo consideré terminado, he corregido cosas menores, pero le tendré que dar otra vuelta, iniciar nuevas vías de investigación e incidir en las interpretaciones de algunos datos que allí se revelan.
Qué tipo de persona entra, porqué entra, le gusta lo que escribo, son sólo los aficionados a la organología, son personas conocidas o de Japón o de la Argentina? Preguntas sin respuesta que me llevan a tratar, no sé si lo consigo, de escribir mejor y de temas más interesantes, pero no para los demás sino para mí mismo. Pero sin dejar de pensar en el que me lee.
Llevo ya varios días con un cierto desasosiego. Hay dos razones para ello. Pero una de ellas es de menor importancia y por lo tanto no se la voy a dar.
La otra es referente al Libro que ya desde hace varios meses tengo finalizado. Es un tema que llevaba muy en secreto pero que ha desvelado la persona que menos me esperaba. El Obispo.
Hace algunos meses, le envié por medio del Vicario, un CD con el Libro y una carta en la que le pedía su colaboración en forma de "Prologo", cosa que tuvo a bien concederme y ya está incluido. Pero, hace unos días, concretamente el día 6 fué San Nicolás y el Sr. Obispo ofició la Misa en la Parroquia de esa advocación.
Al parecer, una vez finalizada ésta, comentó a varias personas la lectura y prólogo que había hecho de mi Libro. No tenía derecho a revelarlo hasta su publicación y cuando uno de los oyentes lo ha comentado en público me ha sentado como si me hubiesen violado en mi intimidad.. Es cierto que el Obispo no tiene porqué saber de mis relaciones, buenas o malas, con los próceres de la Parroquia pero creo que debería de haber tenido más prudencia. Sin quererlo, se ha convertido en altavoz de una noticia que me hubiese gustado mantener, por ahora, en secreto.
Este Libro, en un proceso normal, debería estar ya publicado, pero el Ayuntamiento, mejor dicho, el Concejal de Cultura del Ayuntamiento, después de asegurarme su publicación antes de final de año, se ha desdicho y ahora no quiere saber nada de él. No quiero pensar en que haya una "mano negra" detrás. O quizá es, simplemente, que le caigo mal al Concejal de marras?
Pero mi desasosiego no es por todo esto, sino por un colateral. Me explico. Este Libro se lo he dado a leer, además de al Obispo, a un periodista y abogado, escritor de varios Libros que me lo ha "epilogado". Y también se lo he enviado a un gran amigo mío, arquitecto y organista, persona jóven pero de una vastísima cultura. Quién mejor que él desde esa doble vertiente para opinar o criticar lo escrito por mí, que detalla la erección del templo de San Nicolás en Parroquia no sólo desde el punto de vista histórico sino también arquitectónico, y explica las vicisitudes del órgano que la Iglesia alberga.
Pues bien, así como los dos primeros no han escatimado elogios por la forma y el fondo del LIbro, haciéndome unas pequeñas indicaciones o correcciones, éste me ha hecho una crítica acerba sobre la metodología utilizada, por no saber aprovechar ciertas informaciones que se pueden considerar novedosas, por no saber llevar las líneas de investigación, y por no anotar en los márgenes las referencias de los Archivos o Bibliografía de donde he sacado la información.
Ante todo, tengo que decir que esta persona me merece plena confianza ya que inclusive ha escrito varios libros en los que se puede intuir una investigación exhaustiva perfectamente documentada y argumentada.
He pensado varios días en ello y he llegado a la conclusión de que, efectivamente, puede estar en lo cierto pero que estamos hablando de distintos parámetros.
Para él el método es fundamental para dar forma al libro y eso a mí, no voy a decir que me trae sin cuidado, sino que considero que no es lo más importante. Por otro lado, él quiere llegar a personas entendidas ya en la materia, escribiendo sobre algo novedoso pero para especialistas.
En cambio yo he pretendido escribir para todo un pueblo, para la gente normal y corriente, que lea el libro de un tirón porque le ha enganchado mi propuesta, que se sienta identificado con los personajes que en él salen y que, una vez concluido, pueda asegurar que sabe un poco más de la Historia de su pueblo. Nada más. En lenguaje sencillo, sin metáforas ni paráfrasis, y con el único sistema de recuperar datos a través de documentos recogidos de los Archivos dándoles forma, hilvanando unos acontecimientos con otros para que se comprenda mejor la Historia.
Ese ha sido mi método, no tener un método prefijado, sino ser el servidor de enganche entre los legajos escondidos en las carpetas de los Archivos, de noticias de periódicos de tiempos pasados,de informaciones diversas, y el lector interesado en conocer algo más de un edificio y un instrumento presentes en la vida cotidiana de un pueblo. Por lo tanto, sólo pretende ser un libro divulgativo que se lea fácil y que sea comprensible para cualquier tipo de lector.
Ha habido una cuarta persona a la que le he dado a leer el Libro por estar directamente relacionado con él, y es uno de los Historiadores a los que hago referencia en el mismo. Pues bien, su crítica ha sido demoledora, me ha dejado noqueado y en éxtasis a la vez. Aquí dejo constancia del mail que me ha enviado después de la lectura del Libro:
"Estimado Landaren;
Acabo de terminar la lectura de los capítulos que me envió de su libro sobre la parroquia de San Nicolás de Algorta. Antes que nada, quiero felicitarle por la precisión y calidad de la redacción, que hace muy amena su lectura.
Aunque yo he publicado varios estudios sobre Getxo, en realidad mi trabajo de investigación directo sobre el municipio lo completé en su mayor parte hace ya mucho tiempo, entre 1987 y 1995, y desde entonces lo he tratado en una perspectiva diferente, casi siempre como una parte del área urbana entorno a la ría de Bilbao. Por eso, al leer su trabajo he podido recordar muchas cuestiones que había olvidado, presentadas además con mucho rigor. Pero también trata de otras cuestiones de interés que yo desconocía o había tratado de forma muy superficial.
Me ha llamado especialmente la atención el tratamiento de la información proveniente de las fuentes eclesíasticas (parroquiales sobre todo) que no suelen ser habituales, y de las que extrae datos muy valiosos. También destacaría detalles de gran interés como los referidos a las biografías de algunos párrocos de San Nicolás, o los mismos de las campanas y su componente identitario. Mis felicitaciones.
Pero en general, todo el trabajo se plantea en términos muy maduros y razonados, que muy raramente se encuentran en los historiadores digamos "no-profesionales". En la misma linea coloco la inclusión de referencias documentales a pie de página (cuyo contenido en mi versión se han perdido pero aparecen presentes). Imagino que al final del trabajo incluirá también una bibliografia y repertorio de fuentes.
Este sería el único problema significativo que ahora mismo le veo, ya que las pequeñisimas imprecisiones que he encontrado no merecen la pena ni comentar, por su irrelevancia.
En fin, le reitero mis felicitaciones por el trabajo, deseo que la publicación alcance la difusión que se merece, y espero que en el futuro podamos conocernos personalmente.
Un cordial saludo."
J.M.B.G.
Ya le he contestado dándole las gracias por sus palabras que me han dado fuerzas para seguir adelante en este afán de publicarlo. Estoy seguro que algún día nuestros caminos se cruzarán y podré estrechar su mano.
En definitiva, ya dijo el filósofo que para publicar un libro es necesario que "duerma" antes, durante ocho años. Es obvio que desde que lo consideré terminado, he corregido cosas menores, pero le tendré que dar otra vuelta, iniciar nuevas vías de investigación e incidir en las interpretaciones de algunos datos que allí se revelan.