Ya estoy en casa. Después de una semana muy intensa, toca asimilar toda la información acumulada y espero que algo quede. No puede ser mucho porque es imposible absorber como si fuese una esponja todos los conocimientos que han puesto a nuestra disposición los distintos profesores, todos ellos grandes expertos en los temas que cada uno ha desarrollado.
Me explico. He acudido por primera vez, a Valladolid para asistir al "7º Curso Nacional para Organistas Litúrgicos". Ya llevaba varios años queriendo acudir pero por falta de tiempo y de conocimientos, todo hay que decirlo, no lo había hecho hasta ahora. No sabía lo que me iba a encontrar, aunque con la experiencia que tengo en Cursos de Canto Coral, me suponía que la mayoría de los asistentes sería gente jóven con una gran formación y un grupito de personas "talluditas" como yo con una ganas enormes de seguir mejorando. Así ha sido.
Me admiran los conocimientos que tienen estos jóvenes, que captan con una facilidad tremenda todo lo que se les dice y que, como he dicho antes, parecen esponjas. Qué pena no haber podido hacer desde niño, con persona adecuada, lo mismo que ellos. Mi vocación tardía me impide digerir y aprovechar toda la cascada de información que ahora puedo obtener.
Iba a hacer una crónica diaria de lo que ha sido el Curso, pero el cansancio acumulado exponencialmente, me ha impedido hacerla durante las noches solitarias en el Hotel. Por lo tanto, lo que voy a tratar de describir es el trabajo desarrollado por cada profesor durante estos cinco días.
Salí el Domingo 6 hacia Valladolid con aguceros fuertes interminantes por el camino pero llegué sin dificultades a la Residencia que la Secretaría del Curso nos había recomendado. Un Colegio con internos en fase de vacaciones. Un portero muy mayor, yo diría que sordo como una tapia, y los cursillistas llegando y sin poder entrar. Por fin nos acomodan en una habitación de estudiante de unos 7m2, con una cama que desde luego no estaba hecha para mí y con el inodoro goteando con un ruido de lo más molesto. Nada nuevo que no haya vivido ya pero a mi edad no tengo que pasar por esos inconvenientes por lo que inmediatamente decidí cambiarme a un Hotel al día siguiente. La decisión, a posteriori, se me antoja acertada a la vista de lo pasado y sufrido por los que decidieron quedarse. Lo más curioso del caso es que todos los que nos alojábamos allí éramos los "veteranos", por decirlo de alguna manera, y yo me pregunto, ¿dónde han estado alojados los jóvenes?. No lo sé, pero las quejas no han venido por su parte sino por los de los "veteranos".
Siempre que hago una crónica de este tipo, procuro poner énfasis en el lugar donde voy. Y Valladolid no iba a ser menos. Mis paseos por la ciudad en los momentos libres me han permitido ver y admirar la riqueza patrimonial existente desde los tiempos de los Reyes Católicos hasta nuestros días con sus Museos modernos incardinados perfectamente en el paisaje Urbano. Estos recorridos pedestres me han hecho ver y disfrutar del encanto de muchos de sus rincones.
Situado en el Colegio de los P.P. Agustinos Filipinos como centro de referencia, con su Museo Oriental, el mejor de la Península, hemos recorrido en varias ocasiones el imponente, bello y silencioso Parque de Campogrande, lugar recoleto, de paso y de descanso que te conduce irremisiblemente a la diáfana Plaza de Zorrilla.
Me explico. He acudido por primera vez, a Valladolid para asistir al "7º Curso Nacional para Organistas Litúrgicos". Ya llevaba varios años queriendo acudir pero por falta de tiempo y de conocimientos, todo hay que decirlo, no lo había hecho hasta ahora. No sabía lo que me iba a encontrar, aunque con la experiencia que tengo en Cursos de Canto Coral, me suponía que la mayoría de los asistentes sería gente jóven con una gran formación y un grupito de personas "talluditas" como yo con una ganas enormes de seguir mejorando. Así ha sido.
Me admiran los conocimientos que tienen estos jóvenes, que captan con una facilidad tremenda todo lo que se les dice y que, como he dicho antes, parecen esponjas. Qué pena no haber podido hacer desde niño, con persona adecuada, lo mismo que ellos. Mi vocación tardía me impide digerir y aprovechar toda la cascada de información que ahora puedo obtener.
Iba a hacer una crónica diaria de lo que ha sido el Curso, pero el cansancio acumulado exponencialmente, me ha impedido hacerla durante las noches solitarias en el Hotel. Por lo tanto, lo que voy a tratar de describir es el trabajo desarrollado por cada profesor durante estos cinco días.
Salí el Domingo 6 hacia Valladolid con aguceros fuertes interminantes por el camino pero llegué sin dificultades a la Residencia que la Secretaría del Curso nos había recomendado. Un Colegio con internos en fase de vacaciones. Un portero muy mayor, yo diría que sordo como una tapia, y los cursillistas llegando y sin poder entrar. Por fin nos acomodan en una habitación de estudiante de unos 7m2, con una cama que desde luego no estaba hecha para mí y con el inodoro goteando con un ruido de lo más molesto. Nada nuevo que no haya vivido ya pero a mi edad no tengo que pasar por esos inconvenientes por lo que inmediatamente decidí cambiarme a un Hotel al día siguiente. La decisión, a posteriori, se me antoja acertada a la vista de lo pasado y sufrido por los que decidieron quedarse. Lo más curioso del caso es que todos los que nos alojábamos allí éramos los "veteranos", por decirlo de alguna manera, y yo me pregunto, ¿dónde han estado alojados los jóvenes?. No lo sé, pero las quejas no han venido por su parte sino por los de los "veteranos".
Siempre que hago una crónica de este tipo, procuro poner énfasis en el lugar donde voy. Y Valladolid no iba a ser menos. Mis paseos por la ciudad en los momentos libres me han permitido ver y admirar la riqueza patrimonial existente desde los tiempos de los Reyes Católicos hasta nuestros días con sus Museos modernos incardinados perfectamente en el paisaje Urbano. Estos recorridos pedestres me han hecho ver y disfrutar del encanto de muchos de sus rincones.
Situado en el Colegio de los P.P. Agustinos Filipinos como centro de referencia, con su Museo Oriental, el mejor de la Península, hemos recorrido en varias ocasiones el imponente, bello y silencioso Parque de Campogrande, lugar recoleto, de paso y de descanso que te conduce irremisiblemente a la diáfana Plaza de Zorrilla.
Espacio cónico donde crecen, silenciosos y frondosos, cientos de especies arboreas, y acoge a aves canoras que juegan con los infantes que retozan, libres por los amplios recovecos. Muchos de ellos llevan al lago en el que una barca efectúa cotidianamente una "pirata" singladura infantil. Al otro lado,se abre una amplia plaza que sirve, los fines de semana, de solaz y conversación junto con el baile, a las personas de cierta edad que allí se restan años con sus divertimentos repletos de tangos, boleros y bachatas.
No es difícil encontrar un lugar discreto en que entretener el tiempo con la lectura, fuente de sabiduría y discusión. Todo ello rodeados de un verdor norteño que no se agosta ni en pleno verano. Solo o acampañado es el lugar ideal donde el no hacer nada se antoja interesante.
No es difícil encontrar un lugar discreto en que entretener el tiempo con la lectura, fuente de sabiduría y discusión. Todo ello rodeados de un verdor norteño que no se agosta ni en pleno verano. Solo o acampañado es el lugar ideal donde el no hacer nada se antoja interesante.
Y vamos al Curso que es por lo que realmente nos acercamos a Valladolid. Por ponerle un orden, lo pondremos en el mismo en el que ha sido el Curso.
1º.- LITURGIA.- Impartida por el claretiano Juan Mª Canals, Secretario para la Liturgia de la Conferencia Episcopal. A mi parecer sus disertaciones no han ido destinadas a la finalidad que tiene este tipo de Cursos. Me explico. Lo que él nos ha dado son unas conferencias sobre la Teología de la Liturgia, en concreto, de la Eucaristía. Vuelvo a repetir, a mi parecer, este Curso está destinado a que nos expliquen desde el punto de vista de la Liturgia, bien de las Misas, bien de los funerales u otras celebraciones religiosas, cuáles son los momentos en que un organista debe dar las entradas bien al celebrante, bien al pueblo, y acompañar el canto. El sentido espiritual de la ceremonia de la Eucaristía, corresponde a otros foros.
Ello no quita para que estuviese atento a lo que decía el docto conferenciante e intentar penetrar algo más en la comprensión de los ritos.
Inició, el primer día sus comentarios, explicando ese cambio de mentalidad que tenemos que adoptar desde el mismo momento en que penetramos en la Iglesia. La persona humana necesita de cosas visibles como son la oración, los gestos verbales e incluso no verbales y signos como la música, para llegar a lo invisible o inmaterial como es el Misterio Pascual, es decir, la muerte y resurrección de Cristo. Los ritos deben llevarnos, con su belleza, a la belleza de Dios. Y la música, añado yo, es uno de los principales argumentos que se debería usar para conseguirlo. Desde luego, eso ocurre en practicamente todas las religiones.
Continuó diciendo que la Misa es un encuentro con Dios: 1.- Como experiencia humana. Somos seres sociales y la Misa debe ser un encuentro con otras personas estableciéndose un diálogo en un leguaje común y que esto tiene que ser una experiencia agradable.
2.- Como experiencia religiosa: Afirmó que todos los seres humanos somos religiosos, todos nos relacionamos con Dios, o con un ser superior de una forma u otra, con palabras, signos, gestos, etc... Y además, esta relación suele ser en grupo con expresiones externas que nos hagan llegar al interior, a lo invisible e inmaterial..
3.- Lectura de la palabra, es decir, de la Biblia que nos narra el encuentro y relación entre Dios y el hombre. Toda la primera parte de la Misa, llamada Liturgia de la palabra es una invitación a entrar en conversación con Dios y las personas que están alrededor. Si no nos despojamos de nuestras preocupaciones o circunstancias y nos acercamos al prójimo, no estaremos haciendo bien las cosas. Posteriormente, llegaría la Liturgia de la Eucaristía y despedida.
Esta liturgia tiene que suponer un cambio incentivado por el encuentro con Dios. Se debe salir transformado. No sirve crear un ambiente sentimental en la celebración que dura poco tiempo. Debe ser algo más profundo. Si no morimos, no podemos resucitar.
Este encuentro con Dios se realiza por medio del encuentro con la Asamblea. Y aquí hay algo que dijo que no cuadra con mis convicciones. Afirmó que es Dios quien suscita ese encuentro con cada uno. Es Él el que toma la iniciativa, a nosotros sólo nos corresponde aceptar o rechazar la incitación.Para ello utiliza mediaciones tanto externas como pueden ser la campana u otra persona cercano o no cercana nosincita a ir a la Misa, como internas por fidelidad al cumplimiento del precepto dominical. No puede ser una decisión propia sin invitación previa.??? Tendré que profundizar en este Axioma porque no estoy de acuerdo con él. Una de las cualidades que se le han dado a las personas humanas es la iniciativa, y tiene que estar en nosotros cuándo acudir a El y a los ritos que nos ofrece la Iglesia.
La Misa es una relación eclesial. E Iglesia significa en griego: Reunión. El individualismo en el que habitualmente caemos, perjudica a la Iglesia. El grupo es lo que provoca la Asamblea. Y es el Canto de entrada el que crea el ambiente propicio de unidad entre los congregados. El establecimiento de una relación con el resto de personas, obviando si me caen mal, o si no tengo ninguna relación con ellos, hace que Cristo se haga presente. Esta presencia es real. (Misterium Fidei, encíclica de Pablo VI). Esta presencia es permanente y sustancial en las especies sacramentales. Produce un cambio en la sustancia, siendo lo más visible el pan y el vino. Si no creemos que ese pan se convierte en el cuerpo de Cristo y el vino en la sangre, no pintamos nada allí. El común denominador tiene que ser la fe. Nuestra Religión se basa en la fé. Muchas de las cuestiones que plantean los llamados ateos o agnósticos con respecto a las religiones no tienen una respuesta racional, mál haríamos si la buscaramos en la razón, sólo la fé nos da esa respuesta.
Esto es lo esencial de lo que dijo, no me voy a extender más. Como he dicho al principio, creo que faltó resaltar la importancia de los cantos y sus momentos.
1º.- LITURGIA.- Impartida por el claretiano Juan Mª Canals, Secretario para la Liturgia de la Conferencia Episcopal. A mi parecer sus disertaciones no han ido destinadas a la finalidad que tiene este tipo de Cursos. Me explico. Lo que él nos ha dado son unas conferencias sobre la Teología de la Liturgia, en concreto, de la Eucaristía. Vuelvo a repetir, a mi parecer, este Curso está destinado a que nos expliquen desde el punto de vista de la Liturgia, bien de las Misas, bien de los funerales u otras celebraciones religiosas, cuáles son los momentos en que un organista debe dar las entradas bien al celebrante, bien al pueblo, y acompañar el canto. El sentido espiritual de la ceremonia de la Eucaristía, corresponde a otros foros.
Ello no quita para que estuviese atento a lo que decía el docto conferenciante e intentar penetrar algo más en la comprensión de los ritos.
Inició, el primer día sus comentarios, explicando ese cambio de mentalidad que tenemos que adoptar desde el mismo momento en que penetramos en la Iglesia. La persona humana necesita de cosas visibles como son la oración, los gestos verbales e incluso no verbales y signos como la música, para llegar a lo invisible o inmaterial como es el Misterio Pascual, es decir, la muerte y resurrección de Cristo. Los ritos deben llevarnos, con su belleza, a la belleza de Dios. Y la música, añado yo, es uno de los principales argumentos que se debería usar para conseguirlo. Desde luego, eso ocurre en practicamente todas las religiones.
Continuó diciendo que la Misa es un encuentro con Dios: 1.- Como experiencia humana. Somos seres sociales y la Misa debe ser un encuentro con otras personas estableciéndose un diálogo en un leguaje común y que esto tiene que ser una experiencia agradable.
2.- Como experiencia religiosa: Afirmó que todos los seres humanos somos religiosos, todos nos relacionamos con Dios, o con un ser superior de una forma u otra, con palabras, signos, gestos, etc... Y además, esta relación suele ser en grupo con expresiones externas que nos hagan llegar al interior, a lo invisible e inmaterial..
3.- Lectura de la palabra, es decir, de la Biblia que nos narra el encuentro y relación entre Dios y el hombre. Toda la primera parte de la Misa, llamada Liturgia de la palabra es una invitación a entrar en conversación con Dios y las personas que están alrededor. Si no nos despojamos de nuestras preocupaciones o circunstancias y nos acercamos al prójimo, no estaremos haciendo bien las cosas. Posteriormente, llegaría la Liturgia de la Eucaristía y despedida.
Esta liturgia tiene que suponer un cambio incentivado por el encuentro con Dios. Se debe salir transformado. No sirve crear un ambiente sentimental en la celebración que dura poco tiempo. Debe ser algo más profundo. Si no morimos, no podemos resucitar.
Este encuentro con Dios se realiza por medio del encuentro con la Asamblea. Y aquí hay algo que dijo que no cuadra con mis convicciones. Afirmó que es Dios quien suscita ese encuentro con cada uno. Es Él el que toma la iniciativa, a nosotros sólo nos corresponde aceptar o rechazar la incitación.Para ello utiliza mediaciones tanto externas como pueden ser la campana u otra persona cercano o no cercana nosincita a ir a la Misa, como internas por fidelidad al cumplimiento del precepto dominical. No puede ser una decisión propia sin invitación previa.??? Tendré que profundizar en este Axioma porque no estoy de acuerdo con él. Una de las cualidades que se le han dado a las personas humanas es la iniciativa, y tiene que estar en nosotros cuándo acudir a El y a los ritos que nos ofrece la Iglesia.
La Misa es una relación eclesial. E Iglesia significa en griego: Reunión. El individualismo en el que habitualmente caemos, perjudica a la Iglesia. El grupo es lo que provoca la Asamblea. Y es el Canto de entrada el que crea el ambiente propicio de unidad entre los congregados. El establecimiento de una relación con el resto de personas, obviando si me caen mal, o si no tengo ninguna relación con ellos, hace que Cristo se haga presente. Esta presencia es real. (Misterium Fidei, encíclica de Pablo VI). Esta presencia es permanente y sustancial en las especies sacramentales. Produce un cambio en la sustancia, siendo lo más visible el pan y el vino. Si no creemos que ese pan se convierte en el cuerpo de Cristo y el vino en la sangre, no pintamos nada allí. El común denominador tiene que ser la fe. Nuestra Religión se basa en la fé. Muchas de las cuestiones que plantean los llamados ateos o agnósticos con respecto a las religiones no tienen una respuesta racional, mál haríamos si la buscaramos en la razón, sólo la fé nos da esa respuesta.
Esto es lo esencial de lo que dijo, no me voy a extender más. Como he dicho al principio, creo que faltó resaltar la importancia de los cantos y sus momentos.
2º.- Cantoral. Estas clases sí que han sido importantes para mí porque me han enseñado la importancia del Cantoral Nacional Litúrgico, a pesar de que no sea todo lo bueno que cabría esperar. Al parecer se está preparando una 3ª Edición que mejorará sensiblemente lo existente actualmente. En nuestro territorio tenemos una dificultad añadida que son las Misas en euskara o bilingües, simplificada porque nuestro cancionero es mucho más extenso y con obras considerablemente mejores.
El Profesor ha sido el sacerdote, extrinitario y actualmente Párroco de cinco parroquias de Cantabria, Juan Jauregi, compositor y musicólogo.
Al menos nos ha dado pautas muy claras de dónde debe de ir el canto y cuáles son las obras adecuadas a cada momento, nos ha regalado un cancionero en el que una mayoría son obras propias que considero que son bonitas y sencillas para que el pueblo pueda incorpporar al canto sin muchas dificultades por la simpleza de su apredizaje. Además muchas de ellas vienen con acompañamiento lo que es una gozada para el organista, siempre que se preparen convenientemente. Ha sido ameno, nos ha hecho participar y a la vez íbamos aprendiendo las obras que se iban a desarrollar en la Misa del Jueves en Ávila.
El canto en las Celebraciones Litúrgicas tiene que ser adecuado a cada momento, debe participar el pueblo aunque haya Coro o solistas, no erigiéndose éstos en protagonistas. Ha recalcado la importancia del Cordero de Dios, sobre el Padre Nuestro, hecho que al menos a mí me ha sorprendido, pero el momento del Agnus Dei es uno de los puntos álgidos de la Misa.
En cuanto al organista, debe acompañar el canto sin taparlo, con acordes adecuados que no confundan al pueblo. Porqué digo esto, pues porque el hecho de efectuar un acompañamiento complejo, con muchos acordes de 7ª, o floreos que no vienen al caso hacen que en los participantes e incluso en el celebrante se susciten dudas en los tonos.
En cuanto a las improvisaciones o interpretación de obras por parte del organista, deben estar siempre de un contexto. Por ejemplo, antes de iniciar la ceremonia, se debe crear un clima de recogimiento y que las personas se den cuenta de que están en lugar de oración. Es momento de iniciar una música intimista, poco volúmen y que envuelva el recinto de religiosidad.
Durante el Ofertorio hay que "negociar" con el celebrante el tiempo del que vamos a disponer para interpretar alguna de las múltiples obras que los compositores nos ofrecen. El tiempo del lavatorio de manos y la oración que le sigue, que debe de ser íntima y no a viva voz, nos debe de dar tiempo suficiente para ofrecer a la Asamblea un rato de meditación con una música intimista.
Los acompañamientos cantados de los textos en que se exige una contestación por parte del pueblo, también se deben consensuar con el Celebrante, habiendo variedad entre los mismos, según la afinidad que tengan al canto.
Hay Iglesias en las que el organista, en volúmen muy bajo, hace una improvisación durante la consagración. No es conveniente, debe de ser un momento de silencio absoluto de no ser que el Oficiante demande un acompañamiento esencialmente gregoriano o similar.
Como hemos indicado más arriba, nuestro profesor ha hecho incidencia en la importancia del "Agnus Dei" que debería ser cantado. En la Comunión habría que echar mano del Cantoral y elegir la más adecuada al tiempo litúrgico que se celebra, así como el final inmediatmente después de la bendición.
Acabada la Misa, el organista puede explayarse con una salida que tenga un significado de JÚBILO, utilizando para ello todo lo que de sí dé el instrumento que tenga delante.
Nos ha dejado un cantoral con varias piezas para cada parte de la Misa, muchas de ellas de él mismo así como los Salmos de la época anual que se llama "B". Alguna de ellas, habituales en las Parroquias vienen hasta armonizadas, facilitando la labor del organista.
El Profesor ha sido el sacerdote, extrinitario y actualmente Párroco de cinco parroquias de Cantabria, Juan Jauregi, compositor y musicólogo.
Al menos nos ha dado pautas muy claras de dónde debe de ir el canto y cuáles son las obras adecuadas a cada momento, nos ha regalado un cancionero en el que una mayoría son obras propias que considero que son bonitas y sencillas para que el pueblo pueda incorpporar al canto sin muchas dificultades por la simpleza de su apredizaje. Además muchas de ellas vienen con acompañamiento lo que es una gozada para el organista, siempre que se preparen convenientemente. Ha sido ameno, nos ha hecho participar y a la vez íbamos aprendiendo las obras que se iban a desarrollar en la Misa del Jueves en Ávila.
El canto en las Celebraciones Litúrgicas tiene que ser adecuado a cada momento, debe participar el pueblo aunque haya Coro o solistas, no erigiéndose éstos en protagonistas. Ha recalcado la importancia del Cordero de Dios, sobre el Padre Nuestro, hecho que al menos a mí me ha sorprendido, pero el momento del Agnus Dei es uno de los puntos álgidos de la Misa.
En cuanto al organista, debe acompañar el canto sin taparlo, con acordes adecuados que no confundan al pueblo. Porqué digo esto, pues porque el hecho de efectuar un acompañamiento complejo, con muchos acordes de 7ª, o floreos que no vienen al caso hacen que en los participantes e incluso en el celebrante se susciten dudas en los tonos.
En cuanto a las improvisaciones o interpretación de obras por parte del organista, deben estar siempre de un contexto. Por ejemplo, antes de iniciar la ceremonia, se debe crear un clima de recogimiento y que las personas se den cuenta de que están en lugar de oración. Es momento de iniciar una música intimista, poco volúmen y que envuelva el recinto de religiosidad.
Durante el Ofertorio hay que "negociar" con el celebrante el tiempo del que vamos a disponer para interpretar alguna de las múltiples obras que los compositores nos ofrecen. El tiempo del lavatorio de manos y la oración que le sigue, que debe de ser íntima y no a viva voz, nos debe de dar tiempo suficiente para ofrecer a la Asamblea un rato de meditación con una música intimista.
Los acompañamientos cantados de los textos en que se exige una contestación por parte del pueblo, también se deben consensuar con el Celebrante, habiendo variedad entre los mismos, según la afinidad que tengan al canto.
Hay Iglesias en las que el organista, en volúmen muy bajo, hace una improvisación durante la consagración. No es conveniente, debe de ser un momento de silencio absoluto de no ser que el Oficiante demande un acompañamiento esencialmente gregoriano o similar.
Como hemos indicado más arriba, nuestro profesor ha hecho incidencia en la importancia del "Agnus Dei" que debería ser cantado. En la Comunión habría que echar mano del Cantoral y elegir la más adecuada al tiempo litúrgico que se celebra, así como el final inmediatmente después de la bendición.
Acabada la Misa, el organista puede explayarse con una salida que tenga un significado de JÚBILO, utilizando para ello todo lo que de sí dé el instrumento que tenga delante.
Nos ha dejado un cantoral con varias piezas para cada parte de la Misa, muchas de ellas de él mismo así como los Salmos de la época anual que se llama "B". Alguna de ellas, habituales en las Parroquias vienen hasta armonizadas, facilitando la labor del organista.
Crónica del VII Curso Nacional para Organistas Litúrgicos en Valladolid publicada en la Revista "Ecclesia"
Entre los días 7 y 12 de julio de 2014 se ha celebrado en el Real Colegio de los PP. Agustinos Filipinos de Valladolid, la VII edición del CNOL.
El CNOL es un curso del ICE de la UP de Comillas a iniciativa de las Asociaciones de amigos del órgano Organaria de Castilla y León y ACOCA de Cantabria, que junto con el Secretariado de la Comisión Espiscopal de Liturgia de la CEE, llevan celebrando estos cursos durante 7 años consecutivos. Colaboran en el mismo el Centro de Estudios Agustiniano, la Delegación Diocesana de Liturgia y el Taller de Organeria Acitores, así como el Ayuntamiento de Valladolid a través de su Concejalía de Cultura y la Fundación Municipal de Cultura.
Con el curso de este año arranca una nueva terna en la que se estructura el curso siendo La Eucaristía el tema sobre el cual ha girado este curso.
32 organistas procedentes de toda la geografía española e incluso un alumno portugués ha sido el alumnado matriculado en la edición de este año.
Varias son las disciplinas que componen el curso para dotar al organista de una formación adecuada a este ministerio, tanto de formación litúrgica como musical, así como del conocimiento del instrumento:
Litúrgia: porque el organista litúrgico debe conocer cuál es el sentido de las celebraciones en las comunidades, así como conocer el Cantoral necesario para cada una de las celebraciones.
Armonia y acompañamiento, dado que el organista ha de saber acompañar los cantos de las celebraciones, tanto a la asamblea que entona los mismos como a otro tipo de animadores, bien coros parroquiales u otras agrupaciones musicales
Interpretación de obras para órgano pudiendo elegir un repertorio adecuado para cada celebración y tiempo litúrgico
Conocimiento del instrumento, para ser capaz de detectar incidencias en el funcionamiento del mismo, informando al organero de donde está la avería o incluso poder corregir aquellas sencillas.
Las asignaturas de Liturgia y Cantoral han sido impartidas por los profesores J.Mª Canals y D. Juan Jáuregui, la asignatura de armonía y acompañamiento por Álvaro Carretero y Alberto Sáez Puente, interpretación por Juan de la Rubia, Alberto Sáez Puente, David Largo y Fco. Javier López, canto gregoriano Alberto Cebolla y conocimiento del instrumento por D. Fermin Trueba, y Enrique Campuzano. Se completaron dichas asignaturas con talleres prácticos de gregoriano, improvisación, afinación, y registración, este último con J. Ángel de la Lama.
Las clases se realizaron en el Real Colegio de los Agustinos Filipinos de Valladolid tanto en las instalaciones del Centro de Estudios Agustiniano como en el bonito órgano de Xucla asentado en el coro de la iglesia parroquial. Dos órganos de arca cedidos para los días del curso, un de ellos de Fco. Javier López y otro del Taller de Federico Acitores fueron los otros dos instrumentos usados en este Real Colegio. Además se contó con el órgano de la Parroquia de San Ildefonso, del Real Monasterio de Santa María de Huelgas de Valladolid y del órgano Amezua de la Catedral Vallisoletana.
En el trascurso de las clases los alumnos y profesores recibieron la visita del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Julián López Martín, obispo de León y recién elegido Presidente de la Comisión de Liturgia el cual animó a todos a continuar con el servicio y la labor del organista.
Además de las clases realizadas en Valladolid el jueves día 10 el curso se traslado a Ávila, donde de la mano del organista de esta catedral (Fco. Javier López) pudimos ver no solo los órganos de la catedral, sino también el de Santa Teresa y el de la Basílica de San Vicente. En el órgano del Evangelio, de dicha Catedral, David Largo ofreció una clase magistral sobre la ornamentación en la música antigua española. Y en la Basílica de San Vicente participamos en la Eucaristía de la tarde junto a al resto de la comunidad parroquial donde pudimos poner en valor con el canto y el órgano lo aprendido, animando la celebración. Un pequeño concierto de alumnos cerró la jornada abulense.
Dos conciertos de órgano en el órgano Amezua de la SICM de Valladolid fueron las actividades culturales que patrocinadas por la Fundación Municipal de Cultura inauguraron y clausuraron el curso, a cargo de los profesores Juan de la Rubia y Alberto Sáez Puente.
Sólo me resta hacer unas pocas anotaciones sobre el órgano de la Catedral de Valladolid y, por supuesto me refiero al Aquilino Amezua situado en el Coro alto y no al reciente situado a un lado junto a una de las entradas.
La Catedral de Valladolid fue consagrada en 1668 y contó hasta 1928 con un coro bajo en su nave central. Ya en el siglo XVII tenía un ógnao nuevo a cada lado. El del lado de la Epístola fue rehecho por A. Ruis Martínes en 1794, añadiendo una nueva caja clasicista que aún hoy podemos contemplar. El órgano del lado del Evangelio incorporó una gran caja barroca venida del vallisoletano monasterio de San Benito y que desapareció en 1928.
En 1902, antel el mal estado de ambos instrumentos, el Cabildo, impulsado por el Maestro de Capilla Vicente Goikoetxea, encargó al organero español más importante del momento, Aquilino Amezua, un instrumento nuevo. Fue estrenado el 23/6/1904, el órgano tenía 18 juegos en dos teclados y pedalero, aprovechando la caja de 1794. En 1928, tras eliminar el coro bajo, se colocó este órgano sobre la actual tribuna, hecha en aquel momento. En 1933 fue amplido con un tercer teclado y nuevos juegos por L. Galdós, discípulo predilecto de Amezua. No ha tenido más reformas, por lo que es un buen testimonio de la organería romántica de Amezua y su escuela. En sus sonidos hay influencias de la tradición española del órgano sinfónico francés y del romántico alemán.
DISPOSICIÓN
I TECLADO II TECLADO (Expresivo) III TECLADO (Expresivo) PEDAL ENGANCHES
Flautado 16´ Violón 16´ Cor de nuit 8´ Contrabajo 16´ I/Ped, II/Ped, III/I; II/I; III/II
Montre 8´ Bordón 8´ Gamba 8´ Subbajo 16´ Superoctavas III/I
Violón 8´ Flauta armónica 8´ Celeste 8´ Barítono 8´ Superoctavas II/I
Flauta Dulce 8´ Flauta Dulce 8´ Ocarina 4´ Cello 8´ Suboctavas III/I
Flauta de Madera 8´ Gamba 8´ Quincena 2´ Gamba 4´ Suboctavas II/I
Salicional 8´ Unda Maris 8´ Corneta, 8´ Nazardo 2 2/3 Cinco combinaciones fijas
Octava 4´ Flauta Octaviante 4´ Fagot y Oboe 8´ Bombarda 16´ Piano Pedal automático
Bombarda 16´ Lleno Voz humana 8´ Combinación libre
Trompeta 8´ Trompeta Real 8´ Trémolo
Clarín 4´ Clarinete 8
Trémolo