Hoy he dejado atrás un poquito de mi sentimiento de culpa que tenía por no hacer todo lo posible por descubrir la belleza de los pueblos que tengo a mi alrededor y que, aunque ya no soy jóven, desconocía. Cómo puede ser que, a pesar de la cantidad de veces que estuve en Lezama en mi niñez, nunca haya estado en Larrabetzu? En muchas ocasiones nos vamos lejos en busca de lugares, paisajes, edificios, monumentos sin reparar en lo que tenemos a pocos minutos de nuestra propia casa.
Gracias a Aitor, que me envió un mail compartiendo conmigo la noticia de la reinauguración del órgano de la Iglesia, del susodicho pueblo, después de su rehabilitación efectuada por los Organeros Hnos.Usabiaga de Hernani.Estos organeros son de sobra conocidos en el Pais Vasco por haber reparado y rehabilitado multitud de órganos de nuestra comunidad, destacando.entre otros, el Didier de Sta. Mª de Portugalete. Por las noticias que tengo, quizá haya sido su último trabajo antes de jubilarse. Si así fuese, que gocen de su merecido descanso durante muchos años.
En el citado mail me hacía partícipe y me invitaba a acudir en el día de hoy a escuchar a los organistas del Txoriherri que iban a ser los encargados de "dar por buena" la obra del organero, tocando para la feligresía un par de piezas cada uno. Una manera como otra cualquiera de ahorrarse un dinerillo al no tener que contratar a un "profesional".
No me ha sido difícil encontrar el pueblo y la Iglesia, teniendo a la vista desde lejos la torre de la misma. Esta Iglesia de Andra Mari está al final de la calle del mismo nombre, jalonada por casas bajas blasonadas que le dan al entorno un aire medieval y muy típico del Pais Vasco.
Es de estilo neoclásico y en su interior sobre sale una talla de la Virgen del Siglo XV.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción está totalmente integrada en el casco urbano de la Villa, por ello su vista queda un tanto oculta por los edificios que la rodean. El exterior da una gran impresión de solidez, por la pureza de líneas de su fachada y los escasos vanos.
El templo fue reconstruido por el arquitecto Ventura Rodríguez entre los años 1777 y 1784, reemplazando a la anterior iglesia del s. XV, de la cual nos han quedado pocas referencias. Constituye una de las más importantes aportaciones para entender el periodo de transición entre el barroco y el neoclásico temprano en el País Vasco.
En su interior se guarda un cuadro de calidad artística excepcional, se trata de “El martirio de Santa Lucía” (1784) cuadro de Luis Paret y Alcázar, uno de los mejores pintores españoles del s. XVIII. El cuadro fue escondido cuando los franceses penetraron en Larrabetzu en 1812, salvándolo así del expolio.
“La aproximación urbanística y arquitectónica que consiste en dejar los edificios monumentales exentos corresponde a la tradición del siglo XIX, anclada en el Beaux Arts. Es una tradición que venía desde el Barroco. Por ello, esos edificios monumentales se colocaban al final de largos ejes, como remate de los mismos, creando solemnes perspectivas. Desde comienzos del siglo XX esa idea de dejar exentos a los edificios monumentales, eliminando posibles añadidos o yuxtaposiciones fue abandonada. Tomaba un nuevo valor la cultura en sus más amplios términos; esto suponía valorar todos los acontecimientos (construidos y urbanos) que habían generado esos añadidos; suponía valorar realmente la historia del lugar.
En el caso de Larrabetzu, la iglesia de Andra Mari no está colocada al final de una larga perspectiva, lo cual pudiera indicar una inequívoca voluntad de aparecer exenta, como remate de tal perspectiva.
La iglesia de Andra Mari contribuye, al igual que su edificio anexo y el resto de los edificios a definir la calle. Y esa es su voluntad de presencia en Larrabetzu desde su origen: Definir la calle." Extracto de un escrito del Ayuntamiento que sirve de recurso a una resolución de la Diputación en la que se indicaba la necesidad de deribar un edificio anejo que actualmente sirve de Gaztetxe.
Al llegar a las cercanías de la Parroquia, me ha llegado un sonido suave y redondo, muy harmónico y claro. Al entrar en la Iglesia sitúo el órgno en el Coro, típicamente romántico tanto en su concepción estilística como en sus tesituras llenas de misticismo y muy envolventes.
Nos dejamos guiar por el especialista Esteban Elizondo y su famosa Tésis sobre el órgano romántico y sus constructores. Primero haremos una pequeña semblanza del organero constructor y posteriormente hablaremos de sus características.
Juan Dourte fué getxotarra y nació en 1.895.Al parecer fué otro organero instalado en Bilbao y posteriomente en Vitoria, Melcher, quien le metió la afición en el cuerpo, dejándole conocer el oficio en sus talleres. En sus folletos publicitarios indican que su actividad se inició en 1.924 aunque sus descendientes ubican esta fecha en 1.926. Durante más de 50 años tanto el fundador como sus descendientes han construido multitud de órganos tanto en la Península Ibérica como en Sudamérica e inclusive en Filipinas.
No son instrumentos que destaquen expecialmente ni por su magnificencia ni por su sonoridad, pero son buenos instrumentos para acompañar la liturgia y su precio no era excesivamente gravoso para las distintas Parroquias. Muchos de ellos se han tenido que rehabilitar por empezar a haber fallos aproximadamente a los 50 años de su construcción.
Por lo tanto, el órgano de la Parroquia Nª Sra de la Asunción o Andra Mari de Larrabetzu es un Dourte de 1.929, de transmisión neumática y con una sonoridad muy próxima al Romanticismo, aunque tardío, pero que no se puede enclavar entre los neoclásicos.
Su fachada es de tipo ecléctico con dos cuerpos a los laterales con 7 tubos canónigos a cada lado y una semicircunferencia en medio que deja ver, por entero, un colorido rosetón que le dá esbeltez al conjunto. Practicamente la caja es plana y no tiene ningún elemento que destaque.En fachada, también, está la persiana de la expresión dispuesta a ambos lados con 6 tubos de 4´ también mudos.
La consola es típica del romanticismo, está situada en un pedestal de cara al Altar y de espalda al instrumento, es de tipo pupitre y tiene el cierre de persiana.
Detallo más sus características técnicas:
Egilea / Autor: Juan Dourte. Begoña
Urte / Año: 1929
Sistema: Neumatikoa
Teklatuak /Disposición: 2 eskukoak 61 notakaz eta hankakoa 30 notakaz.- 2 Teclados manuales de 61 notas y pedalero de 30 notas.
2012an Usabiagak eraberritua.- Rehabilitado por Usabiaga este mismo año 2012.
Organoaren aurrekaldean dagoen plakak zera dio:
Así dice la placa colocada en el frente del mueble:
“Donaron el ógano D. Esteban Gangoiti Ugalde y su esposa Exclama. Sra. Dña Mercedes Agirre Basagoiti, Marquesa de Casa Ycaza en Febrero de 1929”
Soinuak / Juegos:
I eskukoa/ I manual: II eskukoa/ II manual Hankakoa/Pedalero
Flautado principal 8´ Viola de Gamba 8´ Subbajo 16´
Flauta Harmónica 8´ Voz celeste 8´
Fugara 4´ Cor de nuit 8
Trompeta 8
Loturak/ Enganches: I/P, II/P, II/I
Suboctavas II/I Superoctavas II/I
Expresión: Trémolo II
El presupuesto se solicitó hace más de dos años pero hasta ahora no les ha sido posible efectuar la rehabilitación, manteniendolo el organero en atención a las especiales circunstancias económicas actuales.El Coste total, según cartel colocado en el atrio de la Iglesia, ha sido de 17.700 €.
El trabajo del organero ha consistido en una revisión exhaustiva del órgano en la cual se ha constatado el buen estado de la tubería y el sistema, en general. Pero se le ha cambiado el motor muy estropeado por el paso del tiempo y que emitía un sonido ya desagradable. Así mismo se han cambiado los teclados y se han revisado todos los registros poniéndolos al día.
Como se puede constatar por la disposición, es un órgano sencillo para un pueblo sencillo, muchos fondos de 8´como correspondía a la época y muy apropiados para la música que se hacía entonces enraizada en el "Motu proprio".
He tenido la oportunidad de oir y ver tocar a un músico de familia de músicos, muy conocidos y que tiene un "curriculum" impresionante.. Ha tocado un "Panis Angélicus" y un "Largo" de Händel muy pausados, como recreándose en las notas, muy organístico, pero sin utilizar todas las posibilidades que permite el instrumento.
Después de la Misa, ha tocado mi amigo y compañero de Coro A.A. que ha tocado, con propiedad, las Variaciones de un Canto Vasco de Guridi. En el Zortziko, le ha conseguido dar con el Cor de nuit en la octava aguda un sonido muy apropiado y cristalino , marcando perfectamente los tiempos que requiere la obra. En el movimiento final ha reflejado la poca potencia en el tutti y muy confuso para el oyente.
Bienvenida sea una nueva rehabilitación de estas obras de arte y ya son tantas en nuestro entorno que debería servir de ejemplo para algunos el camino a seguir. Enhorabuena al pueblo de Larrabetzu que va a tener la ocasión de poder escuchar su órgano, con sus limitaciones, pero en todo su esplendor.
En definitiva, una forma muy positiva de pasar la mañana porque he descubierto un pueblo con un Casco Antiguo muy bonito y porque he tenido la oportunidad de escuchar a amigos y conocer a otros, como Jon (Josu) Abaunza, organista de toda la vida en casi todas las Iglesias de Bilbao capital. Espero poder charlar en el futuro, más detenidamente con él. Seguro que merece la pena.